Micropoemas de Ajo
martes, 25 de septiembre de 2018

AJO (María José Martín de la Hoz) es una micropoetisa, cantante, compositora, agitadora y personaje de referencia en el underground de Madrid. En los últimos años ha publicado 4 libros de micropoemas y, con ellos, ha realizado multitud de espectáculos en directo. Fundadora del grupo de rock experimental Mil Dolores Pequeños y Codirectora del festival Experimenta club hasta el 2009. Ajo es directora de Yuxtaposiciones, el festival internacional de poesía y poli poesía que se celebra en La Casa Encendida de Madrid desde 2004. Sus micropoemas han sido además protagonistas de las dos últimas campañas de auto promoción en la cadena de televisión La Sexta. Sus libros de Micropoemas son un fenómeno editorial.


Micropoemas 1
Vendo agendas pequeñas para gente de pocos amigos.
Desconcierto. El ojo izquierdo me llora sin parar y sin querer, algo me da mucha pena y no sé muy bien qué.
Arritmia. Odio el amor y además lo odio con tu corazón.
Rima a largo plazo. Te adoraré siempre y me importas un pimiento,
todavía no riman pero ya rimarán con el tiempo.
Amenaza. Te voy a tener que matar, no me queda otro remedio.
El día menos pensado te encuentran cosido a besos.
Microproblema. Si le sumo mi soledad a la tuya qué es lo que obtengo a cambio
¿Dos soledades o ninguna?
El mar y el viento me dicen algo pero no lo entiendo.
No me tires de la memoria que yo vengo del punk y la cresta la llevo en la lengua.
Imito a las plantas y no me muevo, imito a las nubes y no me quedo,
imito a las olas y voy y vengo. Imito a mis noches y no te tengo.
Pactar con la nada, renegociar con el vacío, apalabrar carencias, aliarse con lo poquísimo.
Si te he visto no me acuerdo y si te desvisto tampoco.
Al principio me dieron ganas de llorar.
Se me pasaron y me entraron las mismas ganas poro ya de que lloraras tú.

Micropoemas 2
A ti, porque si no te veo no me reconozco.
La poesía es un arma cargada de futuro.
La micropoesía es un arma cargado de pasado imperfecto. (Muy imperfecto)
Siempre, siempre, siempre, siempre, siempre, siempre, siempre, siempre, siempre, y aún así parece poco.
Sólo soy una mujer desnuda con una maleta vacía e ignoro con la certeza de la intuición si fuí hecha para llegar a hoy o expresamente para olvidarlo.
Bastante tiene una con lo que no tiene.
No te olvides el corazón en casa como si fueran una llaves...
Desenchufar la luna y salir coriendo a la calle para quejarme a oscuras.
No hay peligro suficiente para tanto miedo como tenemos.
Perdona por pedirte peras, no sabía que eras un olmo.
En una laguna de tu memoria me baño en olvido.
Desconozco el destino de lo que se olvida.
Estoy aprendiendo a irme, pero a irme queriendo y a dejarme llevar, pero que me lleve el tiempo.
He aprendido también a dibujarte a oscuras y a escucharte en cada silencio.
Reclamación: Devuélveme lo que te he querido. No he quedado satisfecha.

© Zalberto | mayo - 2025