[extracto]
Para precipitar cambios no se precisan muchas personas. En su relato de la técnica del golpe de Estado, Curzio Malaparte describe la estrategia que Trotski y Lenin estaban estudiando para el golpe que hizo triunfar la revolución el 25 de octubre de 1917. Lenin sostenía que la revolución consistía en que millones de hombres y mujeres, masas de obreros y desertores, tomaran las calles de San Petersburgo para derrotar al gobierno y apoderarse del Estado. A Trotski le bastaban mil hombres para apoderarse del Estado y después derrotar al gobierno. Fue la opción de Trotski la que triunfó con sólo unos centenares de agitadores y técnicos que se entrenaron inadvertidos durante unos días por las calles de San Petersburgo para en muy pocas horas, el día indicado, controlar las estaciones de tren, los teléfonos, los puentes sobre el Neva y asaltar el Palacio de Invierno. Todo fue muy rápido y con muy poca gente “ya que las masas no sirven de nada, una pequeña tropa basta”. |