Un poema de rabiosa y triste actualidad: su “Profecía” de 1965 sobre las migraciones africanas a Europa.
Alí de los Ojos Azules uno de tantos hijos de los hijos, llegará de Argelia, en nave a vela y remos. Vendrán con él millares de hombres, cuerpecillos y ojos de pobres perros de los padres sobre barcas varadas en los Reinos del Hambre. Traerán consigo los niños, y el pan y el queso, en papeles amarillentos del Lunes de Pascua. Vendrán con las abuelas y los asnos, sobre trirremes robadas en puertos coloniales. Desembarcarán en Crotone y en Palmi, por millones, vestidos con harapos asiáticos y camisas americanas. De pronto, los calabreses dirán, como de malandrín a malandrín: “¡Ahí vienen los viejos hermanos, con hijos y pan y queso!” De Crotone o de Palmi partirán para Nápoles, y de allí a Barcelona, a Salónica y a Marsella, a las ciudades de la Mala Vida. Almas y ángeles, ratones y piojos, con el germen de la Historia Antigua volarán ante los valiatos. ¡Siempre humildes! ¡Siempre débiles! ¡Siempre tímidos! ¡Siempre ínfimos! ¡Siempre culpables! ¡Siempre súbditos! ¡Siempre parvos! Ellos, que nunca quisieron saber, ellos, que sólo tenían ojos para implorar, ellos, que vivieron como asesinos bajo tierra, ellos, que vivieron como bandidos en el fondo el mar, ellos, que vivieron como locos en mitad del cielo, ellos, que se construyeron leyes fuera de la ley, ellos, que se adaptaron a un mundo por debajo del mundo, ellos, que creyeron en un Dios siervo de Dios, ellos, que cantaban las masacres de los reyes, ellos, que bailaban las guerras de los burgueses, ellos, que oraban a las luchas proletarias… … deponiendo la honradez de las religiones campesinas, olvidando el honor de la mala vida, traicionando el candor de los pueblos bárbaros, tras su Alí de los Ojos Azules – saldrán de debajo de la tierra... leer más |