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3 Garcia-Alix
martes, 02 de febrero de 2016

No te has pasado a la fotografía digital.

Al principio pensé en pasarme como todo el mundo. De hecho, hace cinco años probé una Phase One de Hasselblad digital, que me la llevaron al Escorial, donde yo daba un curso de fotografía para que la probara. Es una buena cámara, pero me di cuenta de que el autofocus solo va con lo que está detenido, lo que está en movimiento no lo pilla. Tampoco me daba más poesía, entonces me pregunté qué me daba. Si no me ofrecía más velocidad y tampoco poesía y expresividad, no era lo que necesitaba. Así que decidí que me podía permitir seguir trabajando en analógico.

Has dicho que no falsificar las emociones es tu primera norma.

No es así. Falsificar las emociones, si se hace brillantemente, es genial. El problema es que el digital ha traído una gran falsedad de las emociones, que es otra cosa. Tiene ventajas y virtudes. Ahora te metes con el ordenador, desenfocas aquí, desenfocas allá; estiras de aquí, estiras de allá, y sale una fotografía como las que hace Antonie D´Agata pero sin ser Antonie, ni haber tenido ese desarrollo. O si quieres hacer una imagen como la de Anders Petersen, puedes imitarlo a través de unos contrastes exagerados. Pero no hay una visión sobre la cámara al mirar. Es un juego después, a posteriori, maniqueo. Si tienes buen gusto puedes hacerlo muy bonito, pero hay una gran falsedad en las emociones.

© Zalberto | mayo - 2025